Alea Candles | Velas que sanan

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Velas naturales: cómo son Alea Candles por dentro

Velas naturales, ecológicas, sostenibles o circulables (concepto procedente de la economía circular), llámalas cómo quieras, pero ¡deja de comprar ya las velas de parafina!

Las velas se usan desde el siglo XIII a.C. Fueron inventadas por los egipcios que usaron ramas embarradas con sebo de corderos y bueyes. En la Edad Media se utilizaba cera de abeja y el cebo para hacerlas. En 1850, con el descubrimiento del conocido derivado de petróleo, la parafina, esta se convirtió en la materia prima favorita para fabricar las velas.

El mercado de la cerería o fabricación de velas está en auge. Solo el 2020, el año en que el mundo se había detenido, cerró con $7.5 mil millones en ventas. Se espera que en el 2027, esta cifra supere los $12.4 mil millones.

A pesar de la crisis del petróleo y sus disparatados precios, las velas de parafina siguen siendo las predilectas entre la población, debido a su luminosidad y menor precio. En los últimos años se han puesto muy de moda las velas de soja, un producto un tanto, polémico, habida cuenta de sus propiedades transgénicas y procedente de cultivos intensivos.

Hemos decidido hacer este artículo para contar cómo seleccionamos los materiales de nuestra velas y quiénes son nuestros proveedores. Desde el primer momento hemos apostado por las materias 100% naturales, ecológicos y sostenibles, y los métodos tradicionales. Te contamos todo abajo.

Cera de abeja como base de nuestras velas naturales

Como hemos mencionado antes, la cera de abeja lleva utilizándose como base de las velas desde la Edad Media. Se trata de un producto natural y ecológico, no está sobreexplotado, es imperecedero e hipoalergénico.

La cera que se utiliza para hacer las velas es cera de panales viejos que en muchas ocasiones se deshecha y, por tanto, no se aprovecha.

La cera de abeja que utilizamos en Alea Candles es cera ecológica de apicultores locales de la Costa del Mediterránea. Los apicultores españoles emplean las técnicas tradicionales de apicultura para hacer miel y subproductos de la misma, intentando invadir lo mínimo el hábitat de las abejas.

En un futuro, nos encantaría tener nuestros propios panales y disfrutar de todo el ciclo de vida de las abejas. Sin embargo, en este momento confiamos al 100% en los apicultores profesionales que nos garantizan unas condiciones óptimas y libres de crueldad animal, respetando las técnicas apícolas de hace miles de años.

Mechas

Debemos confesar que en un principio nos dejamos seducir por las mechas de madera. ¡Son tan bonitas! Dan ese aire exclusivo y minimalista, así como sostenible, al hogar y a las velas.

Pero fue un gran desacierto, ya que desconocíamos su naturaleza impredecible, como de cualquier madera.

Y es que se humedecen con los cambios de temperatura, perdiendo su capacidad ignífuga; su llama es débil en comparación con la de algodón; y no son capaces de fundir la cera a su alrededor y llegar a las paredes de la vela para evitar la aparición de túneles.

Después de varias pruebas y ver que las mechas no se encendían, la desesperación se apoderó de nosotras. Así que volvimos a las mechas de algodón.

Elegimos las mechas de algodón más gorditas para que puedan crear una laguna de diámetro suficiente alrededor de la llama, de algodón puro, enceradas con la misma cera. Puesto que hay otras mechas de algodón enceradas en parafina y al quemarlas emiten sustancias tóxicas, llegando incluso a ser cancerígenas en muchas cantidades como sucede con la parafina.

Estas mechas de algodón tienen una llama de gran tamaño, de un color amarillo brillante que se asemeja a la luz solar.

Y por muy contentas que estemos con esta solución, seguimos admirando las mechas de algodón.

Así que después de una exhaustiva investigación y semanas de secado de las mechas al sol y su conservación en lugares con mucha luz y temperaturas constantes, así como el truco de emplear una mecha doble, hemos logrado por fin un quemado limpio, con una laguna suficiente y una luz tenue pero muy acogedora, y ese mágico crepitar que nos transporta a un lugar idílico en las montañas delante de una chimenea.

Aceites esenciales puros

La cera de abeja ya tiene su olor propio que huele a miel y a un frescor que recuerda el aroma de los cítricos.. Pero a todas nos encantan las velas que huelen rico. Yo misma era una aficionada a las velas del Ikea o del Mercadona hasta que descubrí que los olores tan fuertes me provocaban náuseas y migrañas.

Fue entonces cuando simplemente dejé de utilizar velas e inciensos. Mi único aromatizador era el palo santo que, desgraciadamente, no mantiene la fragancia por mucho tiempo.

Aromaterapia

Con las primeras velas que hice, descubrí también los aceites esenciales. Ese momento de simplemente abrir la caja donde guardo los aceites y olerla, me producía un repentino bienestar y tranquilidad.

Al inspirar esa fragancia, mi mente dejaba de divagar y se quedaba prendada del momento presente, una especie de meditación.

Entre otras, este es uno de los objetivos de la aromaterapia: vincularnos con el momento presente y trabajar las emociones a través de los olores naturales.

Soy bien consciente de que los olores de mis aceites esenciales son mucho más sutiles que los de las fragancias artificiales. También tuve mis dudas aquí. Sé que la mayoría de la gente adora las velas perfumadas, gente a la que tampoco afectan los productos de limpieza fuertes y químicos.

SQM

A mí, esos productos no solo me dan náuseas y migrañas, como dije antes, también me cierran la garganta… Y resulta que no soy única. Se llama el síndrome de sensibilidad química múltiple y se considera una enfermedad rara. En mi opinión, este síndrome se manifiesta cuantos menos productos químicos usemos. Hace años que notaba que me irritaban los perfumes, algunos productos de higiene y, por supuesto, los productos de limpieza, así que dejé de usarlos y me pasé a los productos naturales.

Como ya hemos mencionado en nuestro artículo sobre el olfato, se trata de un sentido muy desarrollado que conecta directamente con el cerebro. De esta manera, es más sensible a los químicos, tóxicos y olores fuertes.

Por eso mismo, después de hacer varias pruebas con fragancias artificiales para adaptarme, he decidido seguir con los aceites esenciales puros no solo porque huelen bien, sino también porque tienen propiedades terapéuticas, algo que está demostrado científicamente.

Y es que Alea Candles son velas que sanan.

Plantas km 0

Los aceites que elegimos son ecológicos y obtenidos de las plantas locales de la Costa del Mediterráneo. Hemos apostado por todas aquellas flores y plantas que nos rodean cada día, pues de esta manera aprovechamos mejor las propiedades que tienen porque compartimos la misma tierra y el mismo aire, un principio básico en la macrobiótica y el consumo local, y de kilómetro 0.

Recipientes para velas naturales y zero waste

La cera de abeja se solidifica muy bien, por lo que muchas de las velas de cera de abeja en el mercado se comercializan sin recipientes. Estas velas se llaman pilares o velas de molde. Nos encantan porque tienen ese aire único y exclusivo, los diseños son preciosos y pegan en cualquier hogar. Además, son 100% zero waste. La cera que va quedando, se puede reutilizar, refundiéndola y haciendo velas nuevas o una crema hidratante, un cacao o un jabón. ¡Nos encanta reutilizar y reciclar nuestros materiales!

Pero nuestros cuencos para velas nos tienen enamoradas.

Tenemos diferentes opciones:

Cuencos de aluminio, los más económicos, son reciclables, sin embargo no están producidos en España como nos gustaría.

Cuencos de gres, el orgullo de Alea Candles, son cuencos hechos a mano en un torno en Barcelona en el estudio de Minxfactory. Cada pieza es única y exclusiva, y no solo está hecha por artesanos locales en la ciudad condal con mucho amor, también se pueden reutilizar como tazas, como jarrón o como vela nueva, comprándonos nuestros repuestos para velas :)

Trazabilidad, circulabilidad y transparencia de nuestras velas naturales

Hemos intentado ser transparentes al 100% con nuestros proveedores y materiales. Es fundamental que entiendas qué materiales elegimos y por qué.

Si tratamos de ser respetuosos con el medio ambiente, nuestra tierra y los comercios locales, evitando el consumo masivo y apostando por las materias primas y alimentos de kilómetro cero y orgánicos, ¿por qué no hacer lo mismo con los elementos decorativos de nuestros hogares?

El sueño de Alea Candles es que las personas consuman únicamente los productos locales y apoyen a comercios pequeños, porque nuestra tierra, el medio ambiente y nuestros cuerpos y mentes, nos lo van a agradecer.

¡El futuro es local!