Todo lo que querías saber sobre la cera de abeja

Siempre me acordaré de una vela gigante de color amarillo que teníamos en el salón de mi casa cuando era pequeña, una vela de cera de abeja.

Me acercaba al rincón de la vela, me ponía de puntillas, arrastraba el abrazo hacia arriba y la alcanzaba. Aquel momento… El olor a miel llenaba mis fosas nasales, sentía que una ola dulce de miel envolvía mi cabeza entera, la sensación placentera de un suave mareo.

Jamás encendimos aquella vela y mientras viví en aquella casa, la cogía día tras día para olerla. Era mi pequeño y secreto ritual del día.

Con los años y las mudanzas, la vela se había perdido. No sé dónde estará ahora. Pero aún puedo recordar su fresca y embriagadora fragancia, el ligero mareo y el placer olfativo.

Era una vela de cera de abeja: amarilla como el sol, dulce como la miel.

vela de cera de abeja

¿Qué es y cómo se hace la cera de abeja?

La cera de abeja no es otra cosa que un producto graso que usan las abejas para construir sus nidos y que producen ellas mismas. Lo hacen las abejas melíferas jóvenes o las abejas melíferas obreras. Segregan la cera en forma de líquido por sus glándulas y como consecuencia de su contacto con el aire, la saliva de la abeja y el propóleo, la cera se endurece y la abeja va formando unas pequeñas escamillas en su abdomen. Hablando de números, para hacer un kilo de cera se necesita un millón de estas escamillas.

Las escamillas son la base y el agente protector de los panales de abeja donde ellas conservan la miel y el polen, y también donde la abeja reina pone los huevos y se crian las larvas de abejas.

Todas las abejas melíferas producen cera, pero el tipo de cera se diferencia dependiendo de la especie de abeja y, por tanto, tiene propiedades químicas y físicas diferentes. Las épocas de mayor producción de cera coinciden con las épocas de floración.

El color de la cera de abeja puede variar: desde un amarillo claro hasta un marrón oscuro. Esta diferencia también se debe a la existencia en la actualidad de dos tipos de cera: la cera de opérculos —la más clara, pura y limpia, procedente de los sellos con los que las abejas cubren sus celdillas; y la cera de panal, que se obtiene fundiendo panales viejos.

Composición y procedimiento de obtención

La cera de abeja está compuesta por un total de 300 componentes, propóleos, resinas balsámicas y otros elementos naturales. Es muy rica en vitamina A y su temperatura de fusión es de unos 63ºC.

La cera de abeja ecológica se obtiene de forma natural. Se fusionan con agua caliente las paredes de las celdas de los panales viejos de las colmenas o de los opérculos. A continuación se filtran y se elimina cualquier tipo de elementos extraños o suciedad.

La diferencia con la apicultura no ecológica e intensiva es que las abejas se alimentan con azúcares para estimular su producción. Sin embargo, en la apicultura ecológica, se potencia la alimentación con la vegetación local colindante, sembrando más plantas melíferas.

Otros usos de la cera de abeja

La cera de abeja también tiene un uso muy extendido en el sector de la belleza, farmacéutico y del hogar. Por ejemplo, se usa para impermeabilizar y abrillantar la madera, el cuero y los hilos.

apicultura ecológica

Beneficios de la cera de abeja

La cera de abeja es hipoalergénica y tiene muchos beneficios para la salud, no se deteriora con el tiempo ni se pone rancia.

Su combustión genera iones negativos que purifican el aire contaminado, como sucede con la lluvia tras un día de mucho calor, pues refresca y purifica el ambiente.

De hecho, las velas de cera de abeja podrían ser el mejor anticontaminante en una gran ciudad. Encendiendo una vela en una habitación llena de dispositivos electrónicos o con ventanas que dan a la parte más transitada de la ciudad, podemos purificar el aire que respiramos en casa.

Las velas de cera de abeja son especialmente recomendables para las personas con problemas respiratorios, asma o sensibilidad química múltiple. Su olor es sutil y natural, y por tanto, no es invasivo como el de las fragancias artificiales. Y hasta se recomienda encender una vela de cera de abeja 30 minutos en el dormitorio antes de dormir para purificar el aire y al mismo tiempo crear un ambiente de relajación y descanso ocular. Yo lo hago con mi vela Relax, con sus suave olor a lavanda, salvia y romero, todas las noches, y puedo confirmar que duermo más horas seguidas y me despierto mucho más descansada.

Por otra parte, la cera de abeja también es un potente hidratante, tanto para la piel humana, como en otros tratamientos más industriales como la madera o la piel. Ayuda a evitar las infecciones, la sequedad y actúa como exfoliante.

Otras ceras en el mercado

La mayoría de velas del mercado actual contienen parafina, un material tóxico, que procede del petróleo y, por tanto, es perjudicial para la salud y el medioambiente.

Una alternativa más ecológica y saludable son las velas de cera de abeja o de soja. Aunque hay muchas otras como la cera de arroz, de coco, de carnauba, entre otras.

El problema de las ceras vegetales es que no se sostienen por sí mismas y necesitan un enduceredor. Así que a menudo se emplea la parafina (para abaratar los costes, principalmente) u otros tipos de solidificantes químicos.

El futuro es local

En Alea Candles apostamos por los productos locales, tanto para nuestro consumo alimentario, como en productos de higiene y elementos de decoración.

Por eso hemos optado por la cera de abeja como la base de nuestras velas.

Compramos la cera a los apicultores de la costa del Mediterráneo que nos garantizan su trazabilidad y la producción ecológica, local y tradicional. Sus métodos son respetuosos con el medioambiente: intentan estresar lo mínimo a las abejas, reutilizando los panales viejos. Esta cera no está procesada de ninguna manera, no tiene aditivos de ningún tipo ni colorantes.

El color amarillo que ves en nuestras velas es resultado de mezclar la cera con el aceite de coco o cera de soja ecológica de producción local.

Y tú, ¿conocías la cera de abeja? ¿Te recuerda a las velas de tu infancia? O al contrario, ¿eres del bando de los amantes de la soja? Cuéntanos, estaremos encantadas de leerte.

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